La Democracia niega a la razón

Parafraseando la democracia según Platón, ésta, al fiarse de los números, niega a la razón. No necesariamente los más capaces serán elegidos para gobernar, pero sí los más populares. Según Platón, dentro de este sistema la mayoría tiene el poder de tomar decisiones políticas, pero esta mayoría carece de sabiduría y capacidad de tomar decisiones racionales y justas. La toma de decisiones basada en la opinión de la multitud podría llevar a decisiones impulsivas y perjudiciales para la sociedad en su conjunto.

Otras de las ideas planteadas por este filósofo fue que la movilidad social y la igualdad de oportunidades podrían llevar a que individuos no calificados asumieran roles de liderazgo y responsabilidad política. Pensaba que las personas no siempre eran aptas para gobernar simplemente porque tenían la capacidad de persuadir a la mayoría. Incluso, a menudo utilizaba analogías para ilustrar sus puntos. Comparó la gestión del Estado con la navegación y la medicina, sugiriendo que al igual que uno no dejaría que cualquier persona sin habilidades navegara un barco o practicara medicina, de la misma manera, no deberíamos dejar que cualquiera gobierne un Estado.

Este planteamiento de la democracia provocó que cuestionara, primeramente, si debía ejercer mi derecho y deber de emitir el sufragio y, seguidamente, de que este fuera consciente, obligándome a salir de la zona de confort para investigar a los candidatos, principalmente, los postulados a diputados. Aunque fue difícil encontrar alguno que hiciera una declaración clara de por qué se encuentra postulando a un puesto político de tal nivel de responsabilidad o encontrar un perfil de su trayectoria en alguna red social, sí que fue útil ver fragmentos de entrevistas o leer noticias sobre ellos. No es la manera idónea, pero era lo que estaba a mi alcance para formar una opinión.

Pude encontrar que las ideas de Platón tenían más sentido que nunca cuando me encontré con candidatos que habían sido procesados judicialmente por delitos de estafa y retención de cuotas del Seguro Social. No voy a entrar en detalle porque no es el propósito de estas líneas; sin embargo, de no haber comenzado con esa búsqueda, bien podría haber votado por ellos o, simplemente, anular mi voto. Las ideas de Platón volvían a resonar en mi cabeza.

Después de leer a todos los candidatos, finalmente, hubo una cuya trayectoria académica se encontraba de manera clara y, en un fragmento de entrevista, pude inferir su propósito y es que había claridad en su intención de traducir necesidades de la población en leyes que den respuesta a las mismas. No sé si lo hará, no podría saberlo. Sin embargo, pude notar apertura al diálogo y una renuncia a la prevalencia de ideas. Lo cual considero que es necesario en un ambiente donde hay un alto nivel de separación y una lucha constante por el crédito y reconocimiento, además de intereses personales que puedan estar en el medio.

Es importante meditar sobre nuestras elecciones personales, sobre todo porque los candidatos que elijamos al final son un reflejo de nuestras creencias y, como decía Platón: "El precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombres".

Finalmente, considero que es importante contar con una formación técnica que permita desempeñar un rol político, pero más crucial aún es mostrar y contagiar con su cultura. No me refiero a la acumulación de conocimientos, el uso de tecnicismos y demagogia, sino a lo que Eduardo Galeano definía como "culto": "Culto es aquel capaz de escuchar al otro y capaz de escuchar las voces de la naturaleza de la que forma parte".

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